Organizado por la Intendencia de Paysandú y contando con el auspicio de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, se ha convocado a la realización de un concurso de anteproyectos de arquitectura para la readecuación y el acondicionamiento edilicio general del Estadio Cerrado 8 de Junio en la ciudad de Paysandú, Uruguay.
A través de esta convocatoria, se busca transformar al estadio en un centro de espectáculos públicos de referencia regional, que sea capaz de albergar múltiples actividades vinculadas al ámbito deportivo, cultural, social y también comercial. Además, la propuesta arquitectónica deberá potenciar su impacto paisajístico, teniendo en consideración las características del entorno donde se implanta al reacondicionar y recuperar los espacios exteriores públicos adyacentes al Estadio.
El objetivo es que se convierta en un espacio multifunción, flexible y adaptable que pueda adquirir un nuevo rol y significado preservando su estructura edilicia, la cual representa una de las obras más arraigadas del pueblo sanducero. A su vez, se intenta lograr la comunicación de los contenidos de los eventos que sucedan en el interior del Estadio hacia el exterior a través de medios audiovisuales como así también a la comunidad en general mediante sistemas de transmisión vía fibra óptica.
El jurado, compuesto por Fernanda Goyos en representación de la SAU; Ana Russi, Guillermo Arias y Walter Belvisi por la Intendencia Departamental de Paysandú (IDP); Conrado Pintos en representación de los concursantes y Juan Almandós como asesor designado por la SAU, decidió otorgar tres premios y una mención especial. Revisa a continuación los trabajos premiados.
Primer Premio
- Autores: Rafael Alanis, Mariana Antía, Gastón Carcavallo, Pablo Kelbauskas, Paula Lanfranconi, Diego Secco, Damián Busquets, Ignacio Rissi
- Empresa constructora: CIEMSA
Memoria enviada por los autores. La intervención propone, como objetivo general, mantener los valores del edificio pre-existente, a la vez, que complementarlo y dotarlo de nuevas funcionalidades y significados. En particular, se propone mejorar las condiciones de seguridad (facilidad de acceso y evacuación), visibilidad y confort de los espectadores, así como mantener el aforo en términos cercanos al actual. Para ello, se concentra la obra nueva en los bordes este y oeste del estadio, donde se adosan sendas crujías de espacios de servicio que resuelven un nuevo sistema de accesos y evacuación, la incorporación de nuevas instalaciones y servicios complementarios acordes a un estadio multipropósito contemporáneo, así como configurar una envolvente que mejora el comportamiento energético del edificio.
Estas adiciones, si bien se ajustan con precisión a la geometría del edificio existente, no pretenden sin embargo ser percibidas como parte original del mismo, sino que asumen su ajenidad en términos materiales y de lenguaje, y apuestan a la construcción de un diálogo tenso entre lo previo y lo nuevo. La propuesta se plantea como un primer paso de un proceso de mejoras que se concibe como continuo y abierto a eventuales nuevas demandas y posibilidades.
La situación actual del estadio es el resultado de la ejecución parcial del proyecto original, que preveía un sistema mixto de circulación, no sólo a través del nivel de cancha (como sucede actualmente), sino también por la galería perimetral superior a través de cuatro escaleras en las respectivas esquinas del estadio que no se ejecutaron. La intervención propuesta recompone la situación prevista por el proyecto original y potencia la galería alta existente, que actualmente desempeña un rol secundario como espacio de distensión y se transforma en espacio de acceso y evacuación.
De esta manera, se le otorga un uso relevante a dicha galería, se optimizan los tiempos de desplazamiento del público y se minimiza la afectación del eventual espectáculo en curso con la circulación en el nivel de campo. Esto modifica no solamente las relaciones internas del edificio actual, sino la de este con el entorno, que muta de una modalidad introvertida y cerrada a una extrovertida y abierta.
Se puede afirmar, por tanto, que las nuevas fachadas no solo están definidas por nuevos elementos materiales sino, sobre todo, por la propia actividad: el público en movimiento se transforma en un espectáculo en sí mismo, que sucede de forma expuesta a la ciudad, la que es, a su vez, escrutada desde los diversos niveles y situaciones que este sistema de espacios circulatorios propone.
Esto transforma los actuales cuatro accesos más o menos equivalentes en un sistema jerarquizado, donde se concentran los accesos en la explanada 25 de mayo, que deviene en vestíbulo interior-exterior. La incorporación de butacas numeradas permite segregar a partir de allí los flujos, conformando accesos diferenciados y controlados. Este sistema de accesos resulta fundamental para asegurar condiciones de seguridad y una evacuación total del edificio en tiempos aceptables, ya que permite segmentar el público a evacuar según la misma lógica de los accesos.
Las crujías de servicio que se adosan en las fachadas este y oeste se definen, desde el punto de vista material, como una retícula metálica que no compromete el equilibrio estructural de la construcción existente, ya que apoya independientemente en su borde externo y en los pilares existentes en su borde interno, evitando así sobrecargar los elementos en ménsula. Las cargas importantes que se agregan -especialmente a partir de los requerimientos de los acondicionamientos (rooftops y tanques de agua de reserva para incendio)- se resuelven sobre esta crujía.
Esta solución híbrida, independiente y apoyada a su vez en la estructura existente, minimiza tanto los dispositivos de fundaciones nuevos como los eventuales refuerzos en la estructura existente, hace viable la operación en términos económicos y configura, desde el punto de vista formal, una ''costura'' entre lo nuevo y lo existente.
Segundo Premio
Memoria enviada por los autores. El anteproyecto plantea una serie de intervenciones y acciones que tienen como objetivo dotar de mayor flexibilidad al estadio, mejorando las características propias del edificio y amplificando su potencialidad para el desarrollo de múltiples eventos (deportivos, culturales, sociales, etc.). Se conforma el acceso desde la explanada 25 de Mayo como el ingreso principal para el público general.
El espacio de acceso se define a través de un hall urbano, fuertemente vinculado a la explanada 25 de Mayo, con gran permeabilidad hacia el espacio exterior y conexión directa al interior del espacio central multipropósito. Vinculadas al acceso se incorporan dos escaleras de público, que conectan de forma directa con la circulación perimetral de planta alta, habilitando el acceso a todas las tribunas y palcos. De esta manera, se pretende mejorar la conectividad, evitando la situación actual de interferencia del ingreso a las tribunas a través del área multieventos, durante el desarrollo de espectáculos o actividades deportivas.
En las tribunas, se proponen varias acciones para mejorar la visibilidad, las condiciones de accesos a las mismas y dotar de mayor flexibilidad al espacio. Las mismas involucran: la readecuación en las esquinas de las tribunas superiores, la eliminación de los sectores bajos en tribuna norte y sur ampliando el área multieventos para canchas de mayores dimensiones (futsal, handball, etc.) y la incorporación a futuro de gradas retractiles en las tribunas de cabecera, que permiten flexibilizar y aumentar el aforo de espectadores.
La eliminación de los vestuarios actuales y el sector bajo de las tribunas cortas permite generar un foyer de acceso del lado norte y espacios de depósito del lado sur vinculados al área logística del estadio. Estas acciones habilitan múltiples vínculos y accesos al área central multieventos.
En el hall de acceso, se incorporan dos espacios gastronómicos con proyección a terrazas exteriores y una relación directa con la explanada, permitiendo el uso independiente de las mismas respecto a las actividades del estadio. La sala de conferencias se propone con acceso desde el hall y conexión a zona de canchas. Se plantea un vínculo directo del espacio de acceso en planta baja con el anillo de circulación de planta alta, a través de dos escaleras para público. A futuro, se podrá incorporar un ascensor que conecte el hall urbano con la circulación perimetral superior y mejore las prestaciones de accesibilidad.
Los vestuarios de jugadores se relocalizan en las dos esquinas del edificio sobre la fachada sur, con vinculación directa al ingreso de las delegaciones. Se agrupan los vestuarios de jueces y los locales de servicios de salud, estando el área de funcionarios y el sector administrativo en vínculo directo con el hall de acceso y el área de eventos.
Se plantea una readecuación y ampliación del área de dormitorios bajo la tribuna oeste, con un acceso directo desde el exterior, permitiendo el uso independiente de este sector. Los baños de uso público se reubican en las cuatro esquinas del área central y contarán con boxes accesibles y baños familiares mientras que los locales técnicos se mantienen en su ubicación actual.
Se propone la sustitución de las aberturas existentes de la planta alta y se plantea colocar un revestimiento de chapa plegada con paños microperforados y opacos, que aporte una nueva imagen al edificio y mejore algunas cualidades. Esta piel ayuda a controlar el ingreso de luz natural, evitando el encandilamiento en las tribunas y sector de cancha. A su vez, permite una ventilación natural sin necesidad de operar aberturas practicables. La nueva fachada se extiende por encima del pretil de la azotea existente, cubriendo y conformando un área para instalaciones y equipos técnicos sobre la losa superior de la circulación perimetral de planta alta.
Tercer Premio
- Equipo de proyecto: Natalia Álvarez, Lorena Castelli, Ana Fazakas, Massimiliano Fraga, María Lezica, Valentina Massud, Andrea Pitetta, Nicolas Ramos, Carlos Rey, Noel Terra
- Asesores: Ing. Calculista Magnone, Instalación contra incendios: Brahian Fagúndez, Sanitario: Federicos Estoup, Acond. Acústico: Gonzalo Fernández, Paisajismo: Pilar Basigaluz y Luciana Rodiño
- Imágenes: Agustín Piña
Memoria enviada por los autores. La propuesta busca poner en valor las características principales de la arquitectura existente, considerándola un ícono representativo de la ciudad de Paysandú. La bóveda y las dos losas de hormigón armado generan que la galería se identifique como el elemento esencial de la arquitectura del estadio y se recupera exaltando la idea de objeto que levita.
En cuanto al espacio público, se busca rehabilitar las plazas que lo rodean. Al norte -sobre el acceso principal- se genera un nuevo espacio público techado y contenido; y hacia la plaza sur del edificio que se relaciona con la escala barrial generando espacios verdes de esparcimiento para que las y los vecinos del barrio puedan disfrutar.
Ambas plazas dialogan entre sí no solo mediante la arquitectura del estadio existente, sino que, mediante un mismo pavimento, el verde y el equipamiento para poder unificar ambos extremos y así la propuesta con el entorno inmediato.
Mención Especial
- Autores: Germán Gil Vázquez, Sebastián Olivera Manzoni, Joaquín Invernizzi, Matías Fernandes Antúnes, Guillermo Pereira Terra, Luján Heide Figares, Leandro Reimundi Scafidi, José Manuel García Gioia
